El primer vuelo tripulado
Fueron los actuales padres de los globos aerostáticos Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier quienes nos darían también la primera anécdota acerca de los vuelos.
1782 sería el año en el que realizasen las primeras pruebas para el vuelo con materiales más finos que los anteriormente probados, esta vez de seda y lino. El 14 de diciembre de ese mismo año conseguían su objetivo, elevar una bolsa de 18 metros cúbicos 250 metros.
Posteriormente recorrerían 2 kilómetros durante diez minutos con una esfera de 800 metros cúbicos y un peso de 225 kg llegando a la altura de 1800 metros más o menos.
Pero el vuelo que haría historia y que llegaría a nuestros oídos siglos después sería el que realizasen en los jardines de Versalles. Antes de arriesgarse a someter a un humano a esas alturas (ya que desconocían que es lo que podía pasar) decidieron usar animales.
Para ello reclutaron un pollo, una oveja y un pato como los primeros tripulantes del primer vuelo en globo aerostatico tripulado. Este famoso vuelo se realizaría en octubre y fue el paso previo para pedirle a Luís XVI de Francia el permiso para que fuesen humanos los siguientes en ver las calles de Francia a vista de pájaro.
Un vuelo alrededor de la tierra sin escalas
Tendríamos que esperar a una mañana en 1999 para hacer realidad las fantasías de Julio Verne y sus “cinco semanas en globo”. Esta vez los protagonistas son Brian Jones y Bertrand Piccard los cuales despegaron desde un pueblito de Suiza en el Breitling Orbiter 3.
Sus nombres constarán en la historia como los primeros en dar la vuelta al mundo en globo aerostático sin escalas, tras 45.755 kilometros. Tardaron 20 días nada más y nada menos en cumplir su objetivo, dar la vuelta al globo sin pisar tierra firme.
El vuelo más rápido
El protagonista de esta historia podría hacer una serie de éxito con sus hazañas, consiguió escalar el Everest con éxito dos veces, viajar a ambos polos y escribir 17 libros en tan sólo una vida.
Con 64 años, no contento con su currículum decidió entrar en la historia batiendo un récord mundial.
Fedor Konyukhov finalizó su vuelta al mundo un domingo en la ciudad australiana de de Northam, en tan sólo 11 días superando a Steve Fossett que la había hecho en 2002 en 13 días.
Este sacerdote ortodoxo recorrió un total de 34.000 kilómetros batiendo récord de velocidad, de distancia y siendo la primera persona que hace este tipo de viaje en solitario en el primer intento.
El viaje de Konyukhov le hizo recorrer Nueva Zelanda, el océano Pacífico, América del Sur, el cabo de Buena Esperanza y el océano Antártico y sobretodo le ha dado un hueco en los libros de historia.
El viaje en globo más temerario
Dos vitorianos son los protagonistas de esta historia, en 1862. Uno de sus protagonistas Glaisher cuenta como tras lanzar tres palomas al aire (método que se hacía antes para averiguar si este era bueno) la tercera cayó fulminada y él empezó a notar la “enfermedad del globo”.
Tras comprobar que no era capaz de levantar su brazo de la mesa llamó a su compañero Henry Coxwell, pero antes de poder hacerlo cayó fulminado.
Al superar la altura de las cinco millas la temperatura cayó por debajo de -20ºC impidiéndole a Glaisher hacer nada para regular la altitud. El control de la válvula se había enredado y Coxwell tuvo que trepar sobre la canasta (con su compañero en el suelo desmayado) para liberarla.
Lo consiguió a base de mordiscos ya que sus manos empezaban a fallarle, pero por suerte pudieron volver sanos y salvos y contar la experiencia. Se cree que pudieron ascender 11 kilómetros llegando a batir el récord de altitud de vuelo en globo por aquella época.